San José de Moro es un gran centro ceremonial arqueológico compuesto por un conjunto de montículos de adobe que fue ocupado por diversas expresiones culturales como los Moche, Cajamarca, Lambayeque, Chimú, Inca y Colonial que se desarrolló en el Valle de Jequetepeque donde se hallaba el Cacicasgo de Moro y se extendió por los pueblos de Chepen y Guadalupe. En este lugar se realizaron entierros complejos de mujeres ataviadas de elementos que permitieron reconocerlas como sacerdotizas que participaban en los sacrificios de guerreros mochicas derrotados en combates.
Las mujeres encontradas en estas tumbas están rodeadas de ofrendas de metal y cerámica colocadas dentro de ataudes rectangulares decorados con grandes mascaras de metal y piezas en forma de brazos y piernas, copas de metal y cerámica asi como tocados en forma de penachos que permitieron distinguirlas como sacerdotizas de la ceremonia del Sacrificio.